En 2008 una boda fue la previa de la carrera, en 2009 Coldplay y un sábado de surf conforman la antesala de la V Cursa Ibérica.
Con un desarbolado Macarrunning Club, vuelvo a ser el único que luce la equipación en la carrera, acompañado eso sí, por la tripulación del Raspabar.
En 2008 en Figueroles comenzaron las molestias de la cintilla iliotibial, lo que no me permitió hacer la carrera con normalidad y precisamente por ello la recordaba mucho más suave de lo que me resultó este año.
La multitudinaria salida es la primera dificultad, salgo muy retrasado, no entiendo por qué hay gente que va a hacerla caminando y se pone en la primera línea de salida... En los primeros km voy adelantando a mucha gente y eso hace que no pueda marcar mi ritmo.
A medida que avanza la carrera me encuentro mejor y voy buscando mi posición. El perfil es bastante suave hasta el 4k, donde hay una subida de algo menos de 1 km, que prácticamente se hace andando en fila y zig-zagueando. Una vez arriba recupero el ritmo en la bajada. Sobre el 5,5k está ubicado el primer avituallamiento, paro y bebo tranquilamente, a estas alturas de la temporada no estoy dispuesto a sufrir, no apetece.
Hasta el 7k llaneamos, y aquí empieza la subida seria de prácticamente 2 km. Voy a ritmo, agrupado con otros corredores y llegamos arriba con relativa comodidad antes del 9k. Segundo avituallamiento, misma operación que en el anterior y comienza el descenso. Empieza a llover más, la lluvia me empapa y sin duda alguna es el descenso en el que más he disfrutado en carrera, lejos de tener miedo por resbalar, me suelto y vuelo hacia abajo, adelanto a varios corredores y sin darme cuenta me planto abajo, superado ya el 11k.
Desde aquí hasta el pueblo, el recorrido es un falso llano falsísimo con tendencia ascendente, las subidas y bajadas me pesan cada vez más y me noto falto de ritmo. Pasado el 13k tercer y último avituallamiento. Voy siguiendo la estela de algunos corredores que van bastantes metros por delante. Pongo ritmo ligeramente por debajo de 5' y hacia el pueblo.
Descenso rápido para llegar al casco urbano que permite coger aire, cuando parece que ya está nos bajan al río y hay que subir una pared infernal que ya me conocía de 2008, antes de llegar se escuchan los lamentos de otros corredores... tras dos curvas cruzo el arco en el 17k con un tiempo de 01:30:58.
Recojo la generosa bolsa del corredor (toalla y 2 camisetas) y voy a comer algo mientras espero al resto.
En la llegada, además de la bolsa, masajes, bebidas y comida en abundancia, especialmente cerveza que no viene nada mal.
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