domingo, 8 de noviembre de 2009

XXVI MITJA MARATÓ DE CASTELLÓ por Pedro Jorge Marzá

CRÒNICA D'UN TERRASCLAT


Hoy es martes 17, hace exactamente nueve días del calvario más grande jamás sufrido desde que tengo esta sana afición. No he sido capaz de ponerme a escribir antes por tiempo y porque las sensaciones aún ahora son malas, las de la semana pasada eran indescriptibles.

Todo empieza en un entrenamiento a mediados de mayo camino a Borriol (nuestra tirada larga) cuando Edu me comenta si había mirado la clasificación del I Circuit Terrasfalt. La respuesta fue negativa ya que en un principio corrimos todos la II Carrera a pie Puerto Azahar por cercanía y yo después me fui solo a mi pueblo a correr la IIX Marcha a peu a Cabanes. Lo de la II Cursa Serra d’ Oropesa fue más convoi que otra cosa ya que fuimos a comer varios días a mi apartamento para entrenarla. La prueba más convincente de que no estaba siguiendo el circuito está en que en la semana antes de la XXVII media maratón de Vilarreal (semana del entrenamiento que os comento) Edu y yo nos inscribimos a la carrera de montaña de Vall d’ Alba ya que habíamos entrenado montaña y yo no había debutado en una media todavía. La llamada clave la hace Mechó para decirme que la Media seguramente sería el punto de inflexión para ver la gente que seguía el circuito, “la tens que fer, la tens que fer, a on aneu a Vall d’ Alba?”. Se barajó la posibilidad de doblar ya que Vall d’ Alba era sábado, pero debutar en una distancia desconocida después de una carrera de montaña no era lo que más me apetecía. Gracias Edu por acabar de convencerme y acompañarme toda la carrera. Efectivamente mi gran amigo Mechó tenía razón, algunos de los que tenía delante en la clasificación no vinieron a la carrera hasta el punto de ponerme tercero de mi categoría y quinto en la general. Posición que mantuve todo el circuito pasando en junio por XXI Pujada al desert , agosto V Marcha a peu Irta, Septiembre IV Mitja Marató de muntanya l’ Alcora, octubre IV Gran Premio 42ypico ciudad de Castellón y noviembre, aún me cuesta pronunciar su nombre, la XXVI media maratón de Castellón. Otra observación antes de pasar a la crónica de la agonía es que al primer clasificado del circuito lo descalificaron en el G.P. 42ypico quedándome segundo de mi categoría y a un paso de la gloria en la general, cuarto.

Todo apuntaba a un bonito desenlace, media en casa, circuito relativamente llano y un entrenamiento no especifico para la distancia pero sí más constante que nunca. Hasta que el miércoles de la semana clave empiezo con tos, fiebre y demás síntomas de los cuales no me quiero acordar. Si señores gripe A. Me tranquiliza el médico al decirme que las únicas diferencias que tiene respecto a la estacional para una persona sana, son la popularidad que le han dado los medios y la virulencia, mucho menor que su homónima invernal. Único tratamiento, paracetamol y descanso, “y este fin de semana vida normal” me tomé las palabras del médico al pié de la letra, supongo que para él vida normal no era hacer una media el domingo, para nosotros sí.

Llega el dichoso día 8N, Edu pasa a recogerme, yo hace cuatro días que no salgo a la calle y pam! Primer golpe bajo (bueno voy a expresarme de forma macarrónica) patada en la boca. Me molesta la luz, hace frio y lo peor de todo el viento invita a coger la tabla y el kite, no las zapatillas y la camiseta de tirantes. Una vez aparcado el coche la gente calienta, estira, madre mía que fuera de la carrera estoy. Hasta que empiezo a trotar con Santi (al que hay que darle la enhorabuena por terminar lo que fue su primera media) que me lo encuentro de camino al coche, no me doy cuenta de que por lo menos trotar puedo. Momentos después me veo envuelto de corredores nerviosos por culminar sus marcas y ¡Pum! pistoletazo de salida, me rondan por la cabeza unas expresiones que todos conoceis “alla vàs cabaç, maricón l’ ultim i ja t’ apanyaràs” así que a tope. Y este fue mi error, empezar la competición con los mismos parciales que si no hubiera estado enfermo. Edu a quinientos metros, Santi a mi lado y creo que Nacho detrás, de Mecho no digo nada porque en las carreras solo lo veo en foto. El viento arrecia con fuerza, mucha fuerza en cambio el Garmin sigue marcando 4:35, la avda. Virgen de Lidón se hace eterna pero aquí las fuerzas aún están intactas. Primera vuelta (49:00) no esta mal, pero bien tampoco. Los relevos con Guillermo (La Jarra Running) son constantes, tira él, tiro yo, lo animo, me anima, hasta que llega el avituallamiento de la farola donde después de beber veo que se van distanciando a medida que aumenta el dolor en el costado. “Bienvenido amigo flato, pasa, pasa hasta la cocina”. No lo conocía hasta entonces pero se intensificó tanto que en la rotonda del Corte Inglés tuve que parar, empieza la tos seca y agónica que hace que el dolor se convierta en pesadilla, empiezo a trotar sólo por el apoyo de otros corredores y por algo más que no hace falta que os reseñe. Era la ocasión perfecta para abandonar por primera vez desde que compito ya que el flato no tenía pinta de desaparecer, la tos no remitía y el único cambio de ritmo que podía hacer era de lento a parado. Mi corazón intentó continuar aunque fuera a seis minutos el kilómetro pero la cabeza no paraba de decirme que quedaban seis o siete kilómetros. Y esta es la agonía que pasé hasta meta. No voy a hablar de tiempos porque conscientemente no paré el Garmin, no miré el crono del arco de meta y a día de hoy no sé exactamente la marca. He borrado el track de la carrera y he regalado la camiseta. La única satisfacción que me queda es que sólo me adelanto un corredor del circuito y quedé tercero de mi categoría.



Dar las gracias a Selles por los ánimos más que por el video, a Saúl por acompañarme unos metros (que se hacían kilómetros) a las chicas por los gritos, a Mecho y Edu por preocuparse ya en meta cuando estaba destrozado, a Willy por los relevos, a Kike y Esme del Running Castelló por los ánimos en el Parque de Sur, a su compañero de club José Luis por lo mismo pero en meta, a Gabi por venir a verme y en definitiva a toda la gente que me ayudó a conseguir el primer trofeo del MACARRUNNING CLUB. ¿Será Tombatossals nuestro segundo metal?


CLASIFICACIÓN MACARRUNNING CLUB

63 1:22:21 JOSE LUIS MECHO PEREZ
452 1:39:12 EDUARDO BOSCH APARICI
686 1:46:43 PEDRO JORGE MARZA
730 1:49:08 NACHO LLORCA GUILLAMÓN
793 1:53:56 SANTIAGO BLASCO SEGURA

2 comentarios:

edubosch dijo...

Enhorabona!! Per el trofeu i per la crònica!

Mechó dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.