domingo, 29 de marzo de 2009

XI PUJADA A PIPA por EDU BOSCH


Hoy es domingo y hay carrera. No es ninguna novedad. Después del trote de las últimas semanas, con la media de Riba-roja, las fiestas de la Magdalena por medio, y el 5.000 del fin de semana pasado, las piernas piden un descanso. Pero Pedro, Saúl y Mechó me comentan que van a ir a la Subida a Pipa, que es una carrera muy bonita, que es corta, que además viene Andrío, bla, bla, bla. En fin, que tras ver el perfil de la prueba y la longitud (13 km), y leer la frase “bocadillo caliente al finalizar la prueba”, me decido y me apunto.

Por la mañana me recoje Pedro y nos vamos a la Vall. Llegamos media hora antes, ha estado toda la noche lloviendo, no hace mucho frío pero hay bastante niebla, hace un día raro. Nos ponemos el dorsal y a correr, ya calentaremos otro día. La carrera empieza en las pistas de atletismo, la salida es rápida y el grupo se estira enseguida. No estoy especialmente motivado en esta carrera, asi que tras ver la clasificación del año pasado me marco un tiempo de 1:45’ aproximadamente, aunque realmente el objetivo es llegar lo más cerca posible de Pedro, que en Alfondeguilla me sacó unos 6 minutos. Los primeros 2 km transcurren por las afueras del pueblo.

Son por asfalto pero en subida, hay alguna rampita dura y veo como Pedro y Andrío me empiezan a sacar unos metros. Decido seguir a un ritmo más lento ya que me han dicho que la subida a Pipa es muy dura, así transcurre 1 km más hasta que ya entramos en la senda que da comienzo a la ascensión. A los 500 m de senda empiezan a haber tapones importantes de gente, pero lo peor ocurre unos metros después donde hay que escalar una gran roca y la gente lo hace en fila india, muy lentos, y llega un momento en el que estamos parados haciendo cola esperando a que nos llegue el turno de escalar la roca. La subida continúa siendo muy dura, no hay ninguna posibilidad de adelantar puestos y voy a un ritmo inferior al que debería ir. Alrededor del km 5,5 veo a lo alto a muchos corredores coronando la cima del Pipa entre la niebla, entre ellos a Andrío y a Pedro (como voy a echar de menos el equipaje azul del Macarrunning, que se despedía hoy), que en esos momentos ya me sacan más de 5 minutos. Yo esperaba la cima a los 7 km de carrera, según lo que me habían dicho, así que llego arriba muy entero e inicio la bajada rápidamente.

La primera parte de la bajada es bastante técnica, además las rocas están muy mojadas, así que hay que ir con mucho cuidado, a pesar de eso veo muchos corredores sufriendo caidas de todo tipo. A partir del km 7 se suaviza la pendiente, y empezamos a correr por una senda muy limpia y ancha con una ligera pendiente hacia arriba. Este es el terreno que más me gusta y empiezo a adelantar a muchos corredores, pero poco después bajamos hasta el fondo de un barranco por una senda estrechísima con curvas de 180º y con el firme lleno de piedrecitas redondas y mojadas. Aquí vuelvo a perder el ritmo y no logro recuperarlo hasta el km 9, donde empieza la segunda subida importante de la carrera. Es un repecho larguito, de menos de 1 km, no demasiado duro, que coronamos enseguida para enlazar con una bajada rápida y no demasiado técnica.

Faltando unos 3 km pisamos asfalto y me vuelvo loco. Tengo el depósito lleno y me lanzo a un ritmo aproximado de 4’30” el km. Luego volvemos a pisar sendas, pero no aflojo el ritmo a pesar de los repechos y continuo así hasta llegar a las pistas de atletismo, donde me animan en la meta Mechó, Saúl, Andrío y Pedro, que por lo visto hace un buen rato que han llegado. Mi primera impresión es buena por el tiempo que he hecho (1:36’27”) pero después veo que Pedro me ha sacado 9 minutos, Andrío 11 y Saúl y Mechó ni lo quiero contar, y me doy cuenta de que he hecho una mala carrera. Me falta fuerza en las subidas, mucha seguridad en las bajadas y sobretodo motivación y concentración durante toda la prueba. No tiene sentido competir así, hay que volverse a plantear el entrenamiento de montaña como toca, con paciencia, sin hacer tantas carreras y entrenando más, ya que es la cuarta carrera consecutiva en la que me quedo con una mala sensación. Por supuesto no pretendo estar al nivel de mis compañeros en montaña, pero si que resulta frustrante ver como ellos progresan y yo me estanco.

De todas maneras recojo la bolsa, bocadillo no caliente incluido, y nos vamos a la ducha. Después esperamos a Sara, Ana, Esther, Eva y Belén y tras pasear un poco por el pueblo decidimos darnos un homenaje en el 7 de Julio. Lo mejor de la carrera.

Mechó: 33 (01:13:33)
Saúl: 51 (01:16:25)
Andrío: 110 (01:25:12)
Pedro: 137 (01:27:34)
Edu: 235 (01:36:27)

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