Las ganas se sobreponen a las dudas que genera mi rodilla y me levanto antes de las 7:00, como algo ligero, miro por la ventana y de momento no llueve, ducha y rumbo a Benicarló.
Todavía no ha amanecido, al llegar a Orpesa empieza a llover pero poca cosa, más adelante, a la altura de Peníscola, el diluvio universal hace presagiar cuál será el desenlace... efectivamente, al llegar a Benicarló la carrera se ha APLAZADO al lunes 8 de Diciembre, día de la Constitución y por tanto festivo. Creo que ha sido una decisión acertada, aunque si hubiésen esperado una hora probablemente se podría haber corrido, en fin...
El domingo que viene... el 10.000 de casa!
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