sábado, 6 de febrero de 2010

CUANDO EL RUNNING TE DA LA ESPALDA...

Si cuando todo está bien el running se disfruta, cuando no vienen bien dadas el running ayuda. Las sensaciones que me ha transmitido este deporte desde que comencé a practicarlo difícilmente las he encontrado en otros, supongo que a muchos de vosotros os habrá pasado lo mismo, de ahí las advertencias de los conocedores de la carrera a pie: "cuidado, que tiene veneno".

Los últimos días no han sido fáciles, pero las cosas son como son y la gran mayoría no se eligen, sólo nos queda aprender y seguir. El deporte puede ayudar, el running ayuda, es biológico, la generación de endorfinas en la práctica del running está demostrada, así que a por ellas.

Con la estrategia clara y en plena preparación del Maratón de Valencia, me sobreviene una inesperada lesión que me hace parar por completo, al traste con el plan, con los medios maratones programados y muy probablemente al traste con el maratón. Las lesiones suelen ser inoportunas, pero en esta ocasión realmente siento que el running me da la espalda.

La lesión no es grave, tendinitis en la pata de ganso, pero hay que dedicarle tiempo. Agradezco a Pedro Jorge (osteópata-quiromasajista) el tiempo y cuidados que me ha dedicado, a Cristóbal, enorme traumatólogo y a todos aquellos que se interesan a diario por mi rodilla desde la comprensión (que no compasión) del significado de parar.

La impotencia es grande y el esfuerzo por recuperarme se va diluyendo a medida que se acerca el maratón, aún así, estoy seguro de que no hay nada de lo que no se pueda aprender y de esta situación, por gris que sea, estoy aprendiendo, mucho y más que seguiré aprendiendo.

Ahora tengo algo claro, cuando el running te da la espalda..., levanta la cabeza y mírale a la cara.